Todo esto va a modificarse sustancialmente: su mundo de relaciones va a ampliarse al salir de círculo estrecho familiar (nuevos adultos, nuevos compañeros-as) y va a entrar en contacto con un nuevo espacio, la escuela.
Todo esto va a suponer un conflicto básico: la separación mutua. Esta primera separación y como se resuelva va a tener una gran trascendencia en el futuro proceso de socialización y en el de aprendizaje.
Es por todo ello que consideramos de vital importancia la atención cuidadosa de este proceso poniendo los medios y actitudes tanto personales como institucionales más aptos para su solución adecuada.
Entendemos este período de adaptación, como un cambio en el cual el niño va asimilando la separación dolorosa, especialmente en los casos en que no ha sido escolarizado en la etapa de 0 a 3 años, y las ventajas que supone dicha separación, la adquisición y afianzamiento sucesivo de su autonomía personal y grado de socialización, pilares básicos para la estructuración de su personalidad.
Para todo ello será necesario que el entorno de adultos y la propia escuela le ayuden a superar dichos conflictos esto se traduce en: espacios adecuados, flexibilización del horario, atención individualizada, etc.
¡Qué tengas un buen comienzo de curso! Un biquiño.
ResponderEliminarEs como tu dices, el entorno y la propia escuela deben facilitar al niño su adaptación a las aulas. Para ellos es muy importante, es un paso muy decisivo en su infancia.
ResponderEliminarUn abrazo