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miércoles, 21 de noviembre de 2018

El libro viajero: Conclusiones Prehistóricas



El libro Viajero

Conclusiones Prehistóricas


A lo largo de este tiempo, nuestro libro viajero ha estado visitando algunos hogares. 

Desde aquí quiero dar las gracias a las familias por el esfuerzo y las ganas que han depositado y sobre todo a esos campeones que han sido capaz de plantarse como grandes oradores y resolvernos las dudas que se nos podían haber planteado a lo largo de los tres periodos que abarca la prehistoria.

Alberto y África en el Paleolítico




Julen y el Neolítico


Abraham y David en la Edad de los Metales





Bravo por ellos, han hecho un gran esfuerzo comunicando y expresando.
Son unos campeones.

Con esto y esperando que el tiempo nos permita viajar. Cerramos este proyecto y nos embarcamos en el siguiente con la mismas o incluso más ganas e ilusión.

martes, 13 de noviembre de 2018

ACTIVIDADES PARA MEJORAR LA ATENCIÓN



Lo primero que debemos aclarar es qué entendemos por ATENCIÓN, para ello vamos a echar mano del diccionario.

ATENCIÓN: Aplicación voluntaria de la actividad mental o de los sentidos a un determinado estímulo u objeto mental o sensible.

Cuando le brindamos a algo nuestra atención, quiere decir que ponemos los sentidos en aquello que estamos realizando o aquello que está ocurriendo.

A menudo podemos encontrar alumnos que no ponen sus sentidos en aquello que realizan, sino que disruptivamente van centrando su atención en diferentes sucesos o actividades a lo largo de la jornada escolar. 

La atención es uno de los pilares básicos del aprendizaje, por lo que si esta falla, falla todo lo demás, ya que aunque no es el único si es uno de los más importantes. Si hay un déficit de atención el rendimiento académico del alumno se verá afectado sí o sí.


Pero como casi todo este aspecto se puede trabajar para ser mejorado.
De esta forma se pueden llevar a cabo algunas actividades, que aunque eminentemente escolares, mejoran y estimulan este pilar fundamental en el proceso de aprendizaje. Seguidamente se detallan este tipo de actividades.

CADA OVEJA CON SU PAREJA

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lunes, 3 de marzo de 2014

El sueño y los niños.



Muchos especialistas, entre ellos, pediatras y psicólogos infantiles están de acuerdo en que la salud y el crecimiento de los niños están ligados de forma estrecha a sus ritmos biológicos.


Muchos de los problemas que se presentan en la edad infantil, ya sea falta de rendimiento escolar, cansancio e incluso retraso de crecimiento se explican por una desincronización del reloj biológico que rige nuestro sistema nervioso.


 La escasez de horas de sueño, puede hacer aparecer en el niño comportamientos de aislamiento, angustia e incluso agresividad.

Con el sueño, el organismo aumenta la producción de sustancias que regulan las respuestas inmunitarias, la regeneración orgánica, la síntesis de la hormona del crecimiento, la maduración neuronal, la regeneración de procesos de aprendizaje y mentales, así  como el almacenamiento de recuerdos en la memoria a largo plazo.

    Dicho todo esto se hace necesario velar por las horas de sueño de cada niño. Es importante que los adultos cuiden el sueño de los niños, estableciendo hábitos desde los primeros meses de vida.

     Sin embargo, la sociedad en la que vivimos hoy, hace que en muchas familias, a veces por desconocimiento, se relajen las normas que regulan la vida diaria, produciéndose un desajuste en las rutinas a la hora de ir a la cama o ampliando los horarios de vigilia de los más pequeños.


Según algunos expertos los horarios de sueño que todos deberíamos respetar serían:


  • Niños de 3 a 6 años: Entre 10 y 12 horas.
  • Niños de 6 a 12 años: 10 horas.
  • Adolescentes: 9 horas.
  • Adultos: 8 horas.
  • Limitar el tiempo de exposición al televisor de los menores a 1 ó 2 horas como máximo.
  • Retirar la televisión de las habitaciones.
  • Seleccionar la programación.
  • Ver la tele en familia.



       
    Son los padres los responsables de asumir las rutinas del sueño que se han de seguir para con sus hijos.
         
La Asociación de Pediatría Norteamericana da una serie de consejos a los padres para ayudarles a organizar los horarios de descanso de los pequeños:

lunes, 17 de febrero de 2014

Algunos consejos para fomentar la autonomía.



Como ya hemos comentado en anteriores artículos, el desarrollo de la autonomía en niños en edad escolar infantil es primordial para su correcto desarrollo evolutivo. Debemos dejar que el niño haga por sí mismo, descubra y experimente para así fomentar un aprendizaje lo más significativo posible acorde a sus intereses.

Desde este punto de vista vamos a ofrecer una serie de consejos útiles para propiciar este desarrollo de la autonomía infantil:


  • En  primer lugar decir que siempre es bueno ofrecerle varias alternativas para que pueda elegir, fomentaremos así un desarrollo en la toma de decisiones y una mejor aceptación de las consecuencias de sus actos.
  • Es bueno ofrecerles nuevos retos incrementando progresivamente la dificultad de aquello a lograr, siempre dentro de sus posibilidades. Esto incrementará su autoestima. El padre o la madre han de actuar como pilar, ayudándole si fuese necesario pero nunca haciéndole las cosas. Un ejemplo: el adulto tarda menos en poner el abrigo al niño que si deja que él lo haga por sí mismo, pero la satisfacción y el aprendizaje que experimenta el niño si lo consigue sólo o con un poco de ayuda, no tiene punto de comparación. Dejemos pues que practiquen el "yo sólo", les ayudará a crecer como personas.
  • Debemos estimular sus razonamientos, invitarles a pensar y no ofrecerle la solución de primera mano y a la mínima de cambio. Nuevamente si encuentran respuestas solos o con un mínimo de ayuda, estaremos fomentando su capacidad para encontrar soluciones a los problemas planteados.
  • No debemos desanimarlos cuando tengan un fracaso, ni ocultárselo, sino que han de aprender de él, analizando las posibles causas.
  • Se ha de evitar que dependan única y exclusivamente de los padres a la hora de resolver una tarea o un problema planteado, es decir, se debe fomentar un espíritu crítico que busque soluciones desde varias perspectivas y fuentes.
  • Visualizar sus logros y retos conseguidos es muy importante, le ayudará a plantearse otros nuevos. De igual forma se le debe animar valorando su esfuerzo, ofreciéndole en ocasiones pequeñas recompensas. Por ejemplo, un sistema de puntos como en la Súper Nani.
  • Por último no debemos olvidar que el juego debe ser el medio en el cual se lleve a cabo el desarrollo infantil en todos sus ámbitos..

lunes, 10 de febrero de 2014

El desarrollo de la autonomía en la Escuela Infantil y fuera de ella.



El desarrollo de la autonomía personal es un objetivo prioritario en la educación de un niño y en la escuela es uno de los retos básicos que se han de lograr.

Un niño que sea autónomo es aquel que es capaz de realizar por sí mismo aquellas tareas y actividades propias de los niños de su edad y de su entorno socio cultural. 

Por contra un niño poco autónomo es un niño dependiente, que requerirá continuamente la ayuda del adulto, con poca iniciativa a la hora de realizar tareas y de alguna forma protegido en exceso.



Generalmente aquellos niños que gozan de escasos hábitos de autonomía pueden presentar problemas de aprendizaje y de relación con los demás. 



Viendo todo lo anterior, nos surge la duda sobre qué cosas podemos enseñar al niño en sus primeros años de vida para que sea autónomo



Pues bien, lo primero que hemos de hacer es dejar que el niño haga todo aquello que pueda realizar por sí mismo, siempre que aquello que va a hacer no entrañe peligro alguno.

Se han de enseñar además aquellos hábitos que por su edad deban de estar adquiridos, por ejemplo:


En el ámbito de la higiene personal y el vestido: controlar esfínteres, lavarse las manos y los dientes, peinarse, usar algunos productos básicos de higiene, ponerse los zapatos, los calcetines, las cremalleras, los botones, recoger su ropa, etc.



En el ámbito de la alimentación podrá comer solo, usar los cubiertos correctamente, respetar unas normas básicas de educación cuando se encuentre a la mesa, recoger, etc.





En cuanto a la relación con los otros, ya sea en el hogar o fuera de él, podrá saludar, respetar el turno de palabra, escuchar, pedir la cosas por favor, dar la gracias, pedir prestado, compartir, hacer pequeños recados, conocer lugares cercanos, evitar peligros a la hora ir por la calle, evitar peligros en casa (enchufes, productos de limpieza,etc.), ordenar sus juguetes, etc…




lunes, 20 de enero de 2014

La salud bucodental.




La salud de los niños es una preocupación general para todos los padres y madres, pero es cierto que hasta que no aparecen los síntomas de dolor, no solemos darnos cuenta de la importancia de la salud bucondental de los pequeños.

Cuidar la boca desde la primera infancia constituye una parte imprescindible para el bienestar de los hijos, el cepillado de dientes correcto, unos buenos hábitos alimenticios, controles periódicos por parte del especialista, etc.

La higiene bucal es la medida preventiva más eficaz a estas edades.

Para conseguir que los niños y niñas tengan una buena salud bucodental hay que comenzar por ofrecerles alimentos ricos en proteínas, fósforo y calcio.


Son especialmente importantes las comidas saludables y sobre todo las meriendas que eviten la bollería industrial, los refrescos, las patatas fritas y los zumos preparados y envasados. Cuanto más dulce se ingiera más ácidos se depositan en los dientes y las muelas, llegando a producir las primeras caries.

La caries es una destrucción progresiva de los dientes y muelas que comienza en el exterior y llega hasta el interior, duele al contacto con el frío, el calor o el azúcar, pudiendo llegar a repercutir en la ingesta de alimentos, el sueño, la digestión, la comunicación, el aprendizaje y el juego.


Es importante masticar bien los alimentos, para que no queden restos entre los dientes, se ha de comer con tranquilidad y sin prisas.

A partir de los tres años ya han aparecido todo los dientes de leche y los pequeños han de ser revisados por los dentistas periódicamente.

Es muy importante recordar al niño la necesidad del cepillado de dientes después de las comidas y tras la ingesta de dulces. En el mercado existen tanto cepillos como pastas adecuadas para estas edades, la pasta debe ser fluorada ya que dicha pasta tiene efecto anticaries y las cerdas del cepillo han de ser suaves, firmes y de punta redondeada, este último se ha de reemplazar cada dos o tres meses de uso.


La técnica de cepillado también es muy importante aunque al principio dependerá de la destreza de cada niño y niña.


El cepillado es un hábito que se debe crear desde pequeños y la mejor forma de hacerlo es practicando con el ejemplo.

Debemos procurar que sea una tarea divertida, podemos dejar que elijan su propio cepillo, su pasta, le enseñaremos a no poner demasiada sobre el cepillo, a realizar los movimientos correctamente frente al espejo, a enjuagarse y no tragarse la pasta.

Una buena saludo bucodental evitará otras afecciones de los pequeños tales como transtornos digestivos, infecciones, enfermedades de las encías, problemas de masticación y a la vez nos ayudará a un buen desarrollo del lenguaje ya que una buena disposición de las piezas dentales facilita la articulación de algunos fonemas y evita trastornos funcionales en el habla.

Unos dientes sanos son fundamentales para disfrutar de una infancia saludable y una sonrisa resplandeciente.







lunes, 13 de enero de 2014

Las Rabietas.


Los niños y niñas de tres años comienzan a relacionarse con sus iguales con necesidades, intereses y personalidades diferentes a los suyos. Esto hace que, en algunas ocasiones se puedan originar situaciones conflictivas que pueden afectar a la dinámica familiar y escolar. Estos comportamientos aparecen cuando  el niño quiere llamar la atención del adulto, experimentar poder frente a los padres o sus iguales o querer conseguir cosas que no se les pueden conceder.

Las rabietas son una característica propia de esta edad, surgen cuando no se consigue aquello que se desea y hay una imposibilidad de expresarlo. Son comportamientos inmaduros que sirven para manifestar un enfado. Como aún tienen dificultad para expresarse correctamente mediante el lenguaje, lloran, se quejan, se enfurruñan, dan pataletas, chillan, se ponen nerviosos e incluso agresivos.

Las rabietas suelen ser muy explosivas y sonoras y pueden manifestarse en cualquier lugar. 

A partir de los tres años suelen comenzar a suavizarse. A medida que va progresando en el desarrollo del lenguaje, el pequeño va  a ser capaz de expresarse y manifestar y decir aquello que le ocurre. Por ello es de suma importancia que se le enseñe a expresar sus ideas y sentimientos a través de las palabras.


Pero cuando surge la rabieta...¿qué debemos tener en cuenta?

  • No atender al niño con una rabieta no significa rechazarle afectivamente sino retirarle nuestra atención hacia ese comportamiento.
  • Ante la indiferencia del adulto frente a la rabieta aumentará la intensidad de la misma. No hay que asustarse, irá disminuyendo poco a poco.
  • No debemos perder el control, no hay que gritar ni dejarles solos.
  • No se deben utilizar el miedo ni el chantaje para controlarlas.
  • Cuando se hayan calmado debemos hablar con el niño de lo mal que lo han pasado y lo inadecuado de su comportamiento, mostrándole siempre cariño y afecto.
  • Reforzar al niño siempre que consiga controlarse y exprese con palabras lo que le preocupa.
  • Estimularlo y escucharlo cuando algo no le sale bien.
  • Cuando la rabieta es por no salirse con la suya no hay que ceder, es mejor ignorar el comportamiento.
  • Si el niño o la niña tiene que hacer algo importante, por ejemplo, irse a la cama, comer, ir al cole, debe hacerlo, la rabieta no debe ser un impedimento para ello.
  • Si el niño no consigue lo que quiere a través de una rabieta aprenderá que éste no es el medio para conseguirlo.
  • Es importante que todas las personas cercanas al niño actúen de igual forma (abuelos, tíos...) frente a una rabieta.
  • Si la rabieta es tan fuerte que el niño podría llegar a lastimarse hay que cogerlo en brazos hasta que sintamos que comienza a relajarse.
  • Cuando la rabieta pase se ha de actuar normalmente, como si nada hubiese sucedido.
  • Es de suma importancia que ante las primeras rabietas del niño o niña se mantenga la calma y el control ya que esto marcará las siguientes pautas.
  • Es fundamental que tanto el padre como la madre estén de acuerdo y se mantengan igual de firmes a la hora de poner límites y normas al comportamiento del niño o la niña.




lunes, 2 de diciembre de 2013

Los miedos infantiles



Los miedos en este período de edad son reacciones de alarma frente a situaciones que los niños y niñas viven como desconocidas o peligrosas. Tienen una función protectora porque les lleva a alejarse y a estar alerta frente a peligros reales.

Los niños y niñas experimentan miedos diferentes, la mayoría pasajeros, que aparecen y desaparecen en determinadas edades, que son normales y no deben preocupar a los padres y madres.

Los principales miedos en los pequeños de tres años surgen por su inagotable imaginación que les lleva a percibir lo fantástico como real, sintiendo temor de los ruidos fuertes, las tormentas, la oscuridad, los médicos, algunos animales, la sangre, alejarse de los padres, quedarse solos, los cambios, etc...

Debemos tener en cuenta que los miedos son una conducta normal y que ayudará a los niños a madurar, para ir adaptándose poco a poco al entorno y las personas que le rodean.

¿Cómo podemos ayudar?

  • Permanecer tranquilos transmitiéndoles seguridad.
  • Darles apoyo afectivo, afrontando juntos aquello que les atemoriza.
  • Ayudarles a entender la diferencia entre un sentimiento de miedo y un peligro real.
  • Reforzarles cada vez que consigan afrontar sus miedos.
  • No sobreprotegerlos, ya que si lo hacemos reforzamos ese estado emocional e impedimos que que el niño desarrolle los mecanismos necesarios para afrontar sus temores.
  • No castigarlos con cosas que puedan asustarlos.
  • Desdramatizar la situación quitándole importancia.
  • No hablar a otras personas de los miedos del niño o niña delante suyo.
  • No obligarles a afrontar su miedo contra su voluntad, ya que debe afrontar su miedo de forma tranquila, relajada y a su ritmo.
  • No ridiculizarlo nunca.
  • Ir trabajando con ellos situaciones de miedo progresivamente, de forma que vaya consiguiendo pequeños logros.
  • No compararlo con otros niños que no tengan miedos.
  • Expresarnos sobre aquello que nos causa terror o miedo.
  •  Entretenerlo con algún juguete o actividad cuando veamos que se avecina una situación que sabemos que le puede producir temor.
  • Elegir cuidadosamente cuentos, juguetes, películas, dibujos animados o documentales para evitar que crezcan sus miedos.
  • Contarles cuentos que puedan ayudarles a desmitificar sus temores.
  • Ante una situación que les produce miedo, hablarles con tono tranquilo, pausado y cariñoso
  • Fomentar la autonomía e independencia de los pequeños.
  • Hacerles ver que es normal tener miedo y que todos lo hemos sentido alguna vez.
  • No ignorar el miedo de los pequeños con frases como: no te asustes, no tienes motivos. Porque pueden sentirse solos.
  • No mentirles sobre una situación que les asusta, hay que anticiparse a ella explicándoles lo que va a pasar de manera sencilla para que puedan comprenderlo, por ejemplo cuando van a ir al médico.

Por último decir que hay situaciones contrarias al miedo y que los padres y madres deben fomentar, hablamos de la alegría, la risa, el humor, el enfado, la rabia...Aunque algunas de ellas nos parezcan negativas, no lo son, por ejemplo, enfrentarse a aquello que les asusta con rabia, puede ayudarles a superarlo.



lunes, 11 de noviembre de 2013

Las preocupaciones infantiles.



A menudo podemos observar cierta preocupación por parte de los niños a la hora de afrontar nuevas situaciones. Dichas preocupaciones se pueden reflejar en tres ámbitos distintos:

    


  • La familia: Es fundamental para el niño que en la familia exista un ambiente estable que le dé seguridad. A veces esta estabilidad se ve condicionada por: el nacimiento de un hermanito, una mudanza, una separación...


  • El entorno social: Para los niños y niñas, el grupo de amigos va tomando cada vez mayor importancia. A ellos les preocupa la aceptación dentro de dicho grupo, les gusta tener amigos y ser apreciado por ellos. Les gusta hacer lo que hacen los demás, no sentirse distintos. Siendo de esta forma, vemos que nos hablarán de sus compañeros de clase, se compararán con ellos, cómo se visten, cómo se peinan, a qué juegan...
  • La escuela: Los pequeños han de aprender a desenvolverse en un ámbito distinto, con normas, horarios, compañeros y compañeras nuevas, con adultos que antes desconocían, con algunas exigencia académicas, etc. Para ellos son muy importantes las opiniones y sugerencias de su maestro o maestra, por lo que desde el hogar se debe establecer un fluido canal de comunicación para no caer en contradicciones y seguir pautas de actuación homogéneas.

Por todo esto es necesario que tanto papá como mamá estén pendientes de todas aquellas situaciones que pueden ser preocupantes para sus retoños, intentando minimizar en lo posible su influencia.

Se hace fundamental el que los padres hablen con sus hijos, ayudándoles a conocerse mejor, a entender y expresar sentimientos y emociones, potenciándoles así las habilidades personales necesarias para resolver adecuadamente las dificultades, que inevitablemente, van a encontrar a lo largo de sus vidas.

Además de esta actitud abierta y dialogante los padres podrán ayudar a sus hijos de diferentes maneras:

  1. Facilitándole la relación con los amigos y propiciando que compartan su tiempo y aficiones.
  2. Escuchándolos pacientemente cuando nos cuenten sus preocupaciones.
  3. Preguntándoles a diario para que nos cuenten lo que han aprendido en el cole, a qué han jugado, qué trabajos han hecho...
  4. Estando atentos a cambios en el comportamiento de sus hijos.
  5. Mostrándoles una actitud alegre y entusiasta frente a aquello que les preocupa.
  6. Apoyéndoles, dejándoles asumir protagonismo.
  7. No poniéndolos nerviosos cuando los vemos preocupados, sino abordando relajadamente con ellos aquello que los tiene inquietos.
  8. Utilizando un lenguaje tranquilizador y pausado.
  9. Propiciando un clima familiar de confianza, tranquilo, cómodo, cálido y afectuoso.
  10. Abordando aquellos temas que atañen a la familia JUNTOS, aceptando las sugerencias y opiniones que sus hijos puedan aportar.
Para concluir decir que es muy importante que lo padres estén muy atentos a los aspectos que puedan preocupar a sus hijos porque, aunque para el adulto puedan resultar temas de pequeña importancia para ellos no lo son.  Por ello, es también imprescindible que exista una adecuada y estrecha relación con la escuela, con los maestros y maestras, ya que, al fin y al cabo,  pasan muchas horas al día con ellos y ellas.

lunes, 4 de noviembre de 2013

¿Qué es el retraso madurativo?



Algunos niños y niñas, encuentran dificultades en la realización de tareas habituales, en ocasiones estas dificultades son diagnosticadas como simples retrasos madurativos.


Pero ¿qué es el retraso madurativo?


Es cuando un niño o niña encuentra problemas de aprendizaje en la escuela sin presentar ningún tipo de discapacidad.


Estos niños no han alcanzado la madurez necesaria para realizar de forma exitosa un aprendizaje. Son niños y niñas en los que podemos observar un desarrollo inferior a lo normal en una o varias áreas, por lo que a veces se distinguen en ellos problemas conductuales y sobre todo de aprendizaje.


Las dificultades de aprendizaje, se presentan cuando el niño o la niña ve afectadas varias áreas de su desarrollo, bien sea a nivel de lenguaje, psicomotriz, de interacción social o cognitiva.


Esta afectación consiste en un retraso cronológico, es decir, el niño o la niña con retraso madurativo, en sí mantiene las características propias de un niño de menor edad.

Su lenguaje, su desarrollo psicomotriz, cognitivo o afectivo, etc, son más cercanas a un niño de menor edad que a su edad propia.

Es de destacar que cuando existe un retraso madurativo, éste suele ser de entre dos y cuatro años como máximo con respecto a su edad,de esta manera el desarrollo del niño sigue su curso normal pero no se corresponde con su edad real, existe entonces un desfase cronológico entre lo que es y lo que debería ser.

Dicho esto, vemos que un niño con retraso madurativo progresa en su desarrollo, llegando a normalizarse más o menos, sobre todo si la estimulación que recibe es la adecuada, aunque hay que tener en cuenta que su ritmo de evolución es considerado más lento.

El retraso en el desarrollo puede tener varias causas:

  • Genéticas: tales como las que ocasionadas por el síndrome Down.
  • Complicaciones en el embarazo y el parto (niños prematuros, infecciones, etc..
  • Desconocidas.

Como podemos deducir, de lo dicho hasta ahora, el retraso madurativo tiene pues, un carácter temporal y será de vital importancia la correcta estimulación del área o áreas que se vean afectadas, ofreciendo estímulos y actividades bien relacionadas con el lenguaje, la cognición, la percepción de su propio cuerpo o el establecimiento de relaciones entre iguales, entre otras cosas.

Durante los tres primeros años de la vida de un niño se producen multitud de aprendizajes que le van a acompañar por siempre, es por ello que durante este periodo de tiempo, es cuando hay que prestar más atención a los signos de retraso en el desarrollo.

Si se presentasen estos signos, la estimulación temprana juega un papel primordial ya que siempre será mejor actuar estimulando que esperar a que el niño madure con el tiempo.





lunes, 28 de octubre de 2013

Conociendo a los niños y niñas de 5 años.


CONOCIENDO A LOS NIÑOS Y NIÑAS DE 5 AÑOS



  • Observan con interés y preguntan por todo lo que ocurre a su alrededor.
  • Se interesan por la utilidad y el origen de las cosas y por los procesos biológicos: el crecimiento de las plantas, el nacimiento de los bebés, las aventuras en los mares y otros países. Su sentido de la realidad ha evolucionado, están descubriendo la diferencia entre realidad y fantasía.
  • Esta curiosidad por el mundo los lleva a preguntarse y a trabajar con los objetos. Ya pueden observar sus reacciones o comportamientos, anticiparlos y también explicarlos.
  • Se hallan en la etapa del juego socializado, compartiendo las situaciones de juego y los materiales. Las amistades son cada vez más importantes y las opiniones y actitudes de los amigos influirán sobre las suyas. Muchas veces constituyen una “pandilla”.
  • Prefieren la compañía de su propio sexo, manifestando a veces desagrado ante aquellas actividades que son propias del sexo opuesto
  • Disfrutan de los juegos en los que es necesario competir, comienzan a comprender y a aceptar las reglas de los mismos, ya sean puestas por el maestro o creadas por ellos.
  • Les agrada dramatizar. En los juegos dramatizan acontecimientos familiares y personajes televisivos, generalmente héroes. Dramatizan situaciones más complejas, y planean previamente el desarrollo de la escena. Distribuyen los papeles.
  • Con los juegos de mesa se comprometen más en la resolución del problema que presenta el material. Perseveran hasta lograrlo, generalmente no piden ayuda. Pueden trabajar juntos durante un tiempo bastante prolongado.
  • Su pensamiento comienza a salir del egocentrismo de edades anteriores; empiezan a tener un poco más en cuenta el punto de vista de los demás, y llegan a acuerdos que facilitan la convivencia.
  • Son capaces de planificar, elaborar un proyecto y llevarlo a cabo, ajustándose al mismo, y hasta de evaluar los resultados. Pueden anticipar y prever circunstancias nuevas.
  • Día a día pueden realizar más cosas solos y resolver situaciones que se les plantean sin necesitar la ayuda del adulto. Están preparados para asumir pequeñas responsabilidades, les gusta cooperar.
  • Ya tienen necesidad de que sus dibujos sean reconocibles por el adulto, esmerándose para que esto ocurra. Anticipan lo que van a dibujar, planeando su trabajo. Comenzarán a realizar la línea de base y la franja de “cielo”. A medida que evolucionan en esta etapa, usan el color con criterio más realista.
  • La figura humana es más completa y proporcionada. Hay detalles de vestimenta, cabello, etc. En esta etapa se observan diferencias en las producciones de los niños y las niñas.
  • En el modelado dominan totalmente el material, agregan detalles con material de desecho, componen escenas completas e imprimen movimiento a las figuras. Pueden alcanzar metas más precisas señaladas por la maestra, y trabajar en espacios reducidos y en tiempos acotados.
  • Utilizan el lenguaje oral como un verdadero medio de comunicación. Hablan para expresar sus pensamientos, intereses y sentimientos con relatos cada vez más claros y detallados. Son capaces de esperar y ceder su turno cada vez con mayor facilidad.
  • Demuestran mucho interés por los cuentos fantasiosos. Les gustan las narraciones largas divididas en capítulos; siguen durante días la trama de un mismo relato.
  • Comienzan a interesarse por aprender a leer y escribir. Ensayan escrituras propias y copian las que encuentran a su alrededor.
  • Tienen, cada vez, un dominio más claro de la concepción del tiempo, siempre relacionados con acontecimientos.
  • Se interesan por los números, pueden realizar operaciones simples con material concreto. Utilizan los números como un instrumento para resolver problemas cotidianos.
  • Han alcanzado gran independencia y habilidad en sus movimientos. Tienen un gran dominio de la motricidad fina.
  • Se inician en el conocimiento de algunas funciones del cuerpo humano y de los órganos. Les interesa “lo que no se ve” del cuerpo. Muestran interés por las diferencias sexuales.
  • Tienen conciencia del peligro.
  • Entran en transición entre la infancia y la edad escolar. El equilibrio entre lo dirigido y el juego es quizás el aspecto crucial de este año.
  • Discriminan, reconocen y nombran colores primarios y secundarios. Perciben las distintas gamas.
  • Reconocen posiciones espaciales en referencia a su cuerpo y a objetos entre sí.
  • Discriminan distintos tamaños y puede seriarlos en orden.
  • Pueden agrupar según 3 criterios simultáneos: color, forma y tamaño. También por texturas, grosores, temperaturas, etc.
  • Pueden seriar hasta 10 elementos.

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