A menudo podemos observar cierta preocupación por parte de los niños a la hora de afrontar nuevas situaciones. Dichas preocupaciones se pueden reflejar en tres ámbitos distintos:
- La familia: Es fundamental para el niño que en la familia exista un ambiente estable que le dé seguridad. A veces esta estabilidad se ve condicionada por: el nacimiento de un hermanito, una mudanza, una separación...
- El entorno social: Para los niños y niñas, el grupo de amigos va tomando cada vez mayor importancia. A ellos les preocupa la aceptación dentro de dicho grupo, les gusta tener amigos y ser apreciado por ellos. Les gusta hacer lo que hacen los demás, no sentirse distintos. Siendo de esta forma, vemos que nos hablarán de sus compañeros de clase, se compararán con ellos, cómo se visten, cómo se peinan, a qué juegan...
- La escuela: Los pequeños han de aprender a desenvolverse en un ámbito distinto, con normas, horarios, compañeros y compañeras nuevas, con adultos que antes desconocían, con algunas exigencia académicas, etc. Para ellos son muy importantes las opiniones y sugerencias de su maestro o maestra, por lo que desde el hogar se debe establecer un fluido canal de comunicación para no caer en contradicciones y seguir pautas de actuación homogéneas.
Por todo esto es necesario que tanto papá como mamá estén pendientes de todas aquellas situaciones que pueden ser preocupantes para sus retoños, intentando minimizar en lo posible su influencia.
Se hace fundamental el que los padres hablen con sus hijos, ayudándoles a conocerse mejor, a entender y expresar sentimientos y emociones, potenciándoles así las habilidades personales necesarias para resolver adecuadamente las dificultades, que inevitablemente, van a encontrar a lo largo de sus vidas.
Además de esta actitud abierta y dialogante los padres podrán ayudar a sus hijos de diferentes maneras:
- Facilitándole la relación con los amigos y propiciando que compartan su tiempo y aficiones.
- Escuchándolos pacientemente cuando nos cuenten sus preocupaciones.
- Preguntándoles a diario para que nos cuenten lo que han aprendido en el cole, a qué han jugado, qué trabajos han hecho...
- Estando atentos a cambios en el comportamiento de sus hijos.
- Mostrándoles una actitud alegre y entusiasta frente a aquello que les preocupa.
- Apoyéndoles, dejándoles asumir protagonismo.
- No poniéndolos nerviosos cuando los vemos preocupados, sino abordando relajadamente con ellos aquello que los tiene inquietos.
- Utilizando un lenguaje tranquilizador y pausado.
- Propiciando un clima familiar de confianza, tranquilo, cómodo, cálido y afectuoso.
- Abordando aquellos temas que atañen a la familia JUNTOS, aceptando las sugerencias y opiniones que sus hijos puedan aportar.
Para concluir decir que es muy importante que lo padres estén muy atentos a los aspectos que puedan preocupar a sus hijos porque, aunque para el adulto puedan resultar temas de pequeña importancia para ellos no lo son. Por ello, es también imprescindible que exista una adecuada y estrecha relación con la escuela, con los maestros y maestras, ya que, al fin y al cabo, pasan muchas horas al día con ellos y ellas.
Muy interesante, Olga. Gracias. Un beso.
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